Hoy nos siguen pegando abajo;
abajo y arriba, al costado, al norte y al sur.
Con el palo de un algoritmo
que mueve el pulgar de un robot en Beirut.
Nunca le confieses a tu ojo izquierdo
lo que ves con el derecho.
Nunca hagas de tripas corazón
si quieres salir ileso.
Acumulamos folclores y acentos
que nunca mamamos de niños en nuestro colchón.
Aspirando ver la misma Atlántida
en un grano de arroz.
Nunca le confieses a tu oído izquierdo
lo que oíste en el derecho.
Nunca le pidáis a la razón
lo que no va a darte el pecho.
Ya no sé si encomendarme a tu calendario lunar
o rezar contigo a la Virgen de la Humanidad.
El viejo mundo baila,
se despide y va descalzo.
Pero el nuevo aún no se ha puesto los zapatos.
El viejo mundo salta
con el paso equivocado
Pero el nuevo aún no ha salido en los diarios.
Hoy nos siguen pegando abajo;
abajo y arriba, al costado, al norte y al sur.
Aguantamos el cataclismo
creyéndonos nieve en mitad del alud.
Nunca le confieses a tu ojo izquierdo
lo que ves con el derecho.
Nunca hagas de tripas corazón
si quieres salir ileso.
Ya no sé si encomendarme a tu calendario lunar
o rezarle al paso de la Virgen de la Humanidad.
El viejo mundo baila,
se despide y va descalzo.
Pero el nuevo aún no se ha puesto los zapatos.
El viejo mundo salta
con el paso equivocado
pero el nuevo aún no ha salido en los diarios.
pero el nuevo aún no se ha puesto los zapatos.
pero el nuevo aún no ha salido en los diarios.