Si lo miras bien, yo solo soy una mitad,
como el pasajero de la puerta de al lado.
Vengo de lejos, y tengo billete para perder el norte
y en el bocadillo, una carta de recuerdo.
Hasta que nos falten las fuerzas,
hasta que el tiempo no sea tiempo,
nos sentaremos encima de la ola para ver mejor.
Si lo miras bien, aún soy la otra mitad
y no hay pasajero en la puerta de al lado.
Vengo de lejos y tengo un nudo en el pasaporte,
y este frío tan azul ha helado nuestra suerte.
Hasta que nos falten las fuerzas,
hasta que el tiempo no sea tiempo,
nos sentaremos encima de la ola para ver mejor.
Hasta que caiga la manzana
de los pecados de cielos tan breves,
la vida moderna de los dioses.
No hay subtítulos en la playa del tesoro,
el consulado de Disneyland cierra en agosto
y el mar abraza velas.
Los soldaditos sueñan tierra transversal
en la columna de un diario internacional
que escribe que no hay prisa
que en la cima hay moros en la costa.
Si lo miras bien, yo soy solo una mitad,
como el pasajero de la puerta de al lado.
Hasta que nos falten las fuerzas,
hasta que el tiempo no sea tiempo,
nos sentaremos encima de la ola para ver mejor.
Hasta que caiga la manzana
de los pecados de cielos tan breves,
la vida moderna de los dioses.