La encontré delante de mi puerta
Una tarde, que yo entraba en casa.
En todas partes, ella me escolta.
Ha vuelto, ahí está,
La rastreadora de los amores muertos.
Me siguió, paso a paso.
La zorra, que el Diablo se la lleve!
Ha vuelto, aquí esta
Con su triste cara pálida*,
Con sus grandes ojos con ojeras,
Nos pone el corazón melancólico,
Nos pone el corazón lloroso,
Nos pone las mañanas pálidas
Y largas noches desoladas.
La zorra! Hasta nos haría también
El invierno en pleno corazón de verano.
En tu triste vestido de muaré**
Con tus cabellos mal peinados,
Tienes cara desesperada
¡Qué fea mirándote!
Vaya, vete a llevar esta.
Triste cara de aburrimiento.
No me apetece la desgracia.
¡vete al diablo!
Todavía quiero andar bailando de las caderas,
Quiero emborracharme de primavera,
Quiero pasarme noches blancas,
Con el corazón que late, a corazón latiendo
Antes de que suene la hora demacrada
Y hasta mi último anhelo
Quiero decir más veces "te quiero"
Y querer morir de amor.
Ella dijo: "Ábreme tu puerta!.
Te seguí paso a paso.
Sé que tus amores están muertos.
He vuelto, aquí estoy.
Te han recitado sus poemas,
Tus bellos señores, tus bellos niños,
Tus falsos Rimbaud, Tus falsos Verlaine.
¡Pues, todo eso se acabo ahora!.
Desde entonces, me hace las noches blancas,
Se colgó en mi cuello,
Se enrolló en mis caderas,
Se acuesta en mis rodillas.
Por todas partes, me escolta.
Y me sigue, paso a paso.
Me espera delante de mi puerta.
Ha vuelto, está aquí.
La soledad, la soledad...