Navegando en alta mar,
oí cantar una sirena
navegando en alta mar,
oí cantar una sirena.
Y yo me puse a escuchar
los versos de una cadena
los versos de una cadena
que cantaba sin cesar.
Soy la sirena encantada
porque Dios lo decretó,
soy la sirena encantada
porque Dios lo decretó.
Por él fui sacrificada,
por eso me encuentro yo,
por eso me encuentro yo,
en la inmensidad del agua.
En la inmensidad del agua
fueron mis habitaciones
en la inmensidad del agua
fueron mis habitaciones,
A mí nunca se me acaban
los versos de mis canciones,
los versos de mis canciones
que canto en esta tonada.