Y sé que yo no supe verlas,
las señales, las llamadas, las insinuaciones
que resuenan a posteriori y se repiten demasiado tarde,
navegan y nos recuerdan
que no caemos desde lo alto.
Todo estaba aquí sobre la mesa
justo al alcance de tu atención,
esa ironía falsa,
esas miradas que decían mucho.
Una frase, una ausencia, un gesto fallido.
Tantas pistas que vuelvo a pensar de un adiós disfrazado.
A la vuelta de un silencio ensordecedor desde entonces
que anticipaba lo que sé hoy.
Sí, soy el centinela adormecido.
De ahora en adelante, ¿sabré ver
las discretas despedidas apenas disimuladas?
¿Desde un infortunio sobre la partida
hasta una sonrisa desencantada?
Una frase, una ausencia, un gesto fallido.
Tantas pistas que vuelvo a pensar de un adiós disfrazado.
A la vuelta de un silencio ensordecedor desde entonces
que anticipaba lo que tú sabes hoy.
Sí, soy el centinela adormecido.
Desde un infortunio sobre la partida
hasta una sonrisa desencantada.
Tantas pistas que vuelvo a pensar de un adiós disfrazado.
A la vuelta de un silencio ensordecedor desde entonces
que anticipaba lo que sabemos hoy.
Sí, soy el centinela adormecido.