[Mujer:]
"Se fue de la vera mía
triste y desesperaíto..."
[Hombre:]
Y siguió la Salvaora
loca de zambra y de vino,
deshojando en los tablaos
las rosas de sus palillos
y, el orgullo, haciendo palmas
en su corazón vacío.
[Mujer:]
"¿En dónde está ese buen mozo
capaz de darme martirio?
Vengan los guapos a verme,
que a todos los desafío
porque ninguno se adorna
con la flor de mi cariño...
El valiente que lo logre
¡no existe entre los nacíos!"
Y, estando en esta soberbia,
abrió la noche un postigo
por donde entraron dos ojos
que dieron vueltas a los míos...
Las palabras de sus labios
fueron mi gloria y mi castigo...
¡Y lloré queriendo a aquel padre,
más que por mí lloró el hijo!
[Hombre:]
¡Qué razón tenia,
la pena traidora,
que el niño sufriera
por la Salvaora!
¡Diecisiete años
tiene mi criatura,
y yo no me espanto
de tanta locura!
¡Eres tan hermosa!
Más que el firmamento...
¡Lástima que tengas
malo el pensamiento!
Quien te puso Salvaora...
¡Qué poco te conocía!
El que de ti se enamora
se pierde pa' toda la vida...
Tengo a mi niño embrujado
por culpa de tu querer;
si yo no fuera casado,
contigo me iba a perder...
Dios mío, ¡qué pena mas grande!
El alma a mí me llora...
A ver cuando llega la hora
que las intenciones
se le vuelvan buenas...
¡Ay, la Salvaora!