Ya está cerrada con tres candados
y remachada a la puerta negra,
porque tus padres están celosos
y tienen miedo que yo te quiera.
Han de pensar que, estando encerrada,
vas a dejar pronto de quererme;
¡pero la puerta ni cien candados, van
a poder a mí detenerme!
[Estribillo:]
Pero la puerta no es la culpable
que tú por dentro estés llorando.
Tú a mí me quieres y yo te quiero:
¡la puerta negra sale sobrando!
Diles por ahí a tu padre y madre,
que si ellos nunca el amor gozaron
y, si se amaban, también la puerta...
¡La puerta negra se la cerraron!
[Estribillo:]
Pero la puerta no es la culpable
que tú por dentro estés llorando.
Tú a mí me quieres y yo te quiero:
¡la puerta negra sale sobrando!