En tu cara fatigada,
leo aún la ingenuidad.
Esa arruga me revela
que el tiempo no para acá.
El pelo de plata y oro
que el mar no bañó jamás.
Cuánta vida pasa dentro de esos ojos tuyos.
Yo, como una cometa
que un viento frío se llevó
dentro de nubes de canciones
que cambiaron mi vida,
vivo en esa agitación
que ya no deja dormir.
Cuatro lágrimas por compañía para derramar.
Mamá, para mí eres la más bella,
eres más bella que una estrella.
Sólo tú das calor a tanto amor
regalándome tu sol
para lucir en mi corazón.
Porque eres tú la que hace más bella mi vida,
aún medio desconocida.
Cómo quisiera cada vez más
tenerte aquí, junto a mí, sólo para mí.
Me despierto por la mañana,
de desayuno te tomo a ti.
Incluso cuando estoy lejos,
esa mano tuya me acaricia.
Tu fuerza me da certeza
en todo momento cada vez más,
incluso cuando entre mi gente no estés tú.
Mamá, para mí eres la más bella,
eres más bella que una estrella.
Sólo tú das calor a tanto amor
regalándome tu sol
para lucir en mi corazón.
Porque eres la que hace más bella mi vida,
aún medio desconocida.
Cómo quisiera cada vez más
tenerte aquí, junto a mí, sólo para mí.
Porque eres tú, sólo tú, siempre tú
la que en la fiebre y en el dolor
me regala sólo amor.
Más que tú ¿quién puede amarme?
Cómo quisiera que Dios te diese mucha vida
porque no tienes pecado,
eres el infinito para mí.
Y cuando digo mamá,
mis labios se besan por ti.