No quiero ni volver a oír tu nombre,
no quiero ni saber adonde vas,
así me lo dijiste aquella noche,
aquella negra noche de mi mal.
Si yo te hubiera dicho 'no te vayas',
que triste me esperaba el porvenir,
si yo te hubiera dicho 'no, no me dejes'
mi propio corazón se iba a reír.
Por eso fue
que me viste tan tranquila
caminar serenamente
bajo un cielo más que azul.
Después, ya ves,
me aguanté hasta donde pude,
terminé llorando a mares
donde no me vieras tú.
Si yo te hubiera dicho 'no te vayas',
que triste me esperaba el porvenir,
si yo te hubiera dicho 'no, no me dejes'
mi propio corazón se iba a reír.