Una morita, una morita
que quería ser cristiana,
a bautizarse, a bautizarse
la trajeron hasta España.
La bautizaron, la bautizaron
con el nombre de María.
Y ya no quiere, y ya no quiere
regresar a morería.
Cuando le dieron la sal del bautismo,
dijo la mora con gran alegría:
Ya pertenezco a la casa de Cristo.
Ay mora, morita, mora,
mora de la morería
Cristiana por los honores
de Jesús y de María.
Y le llama todo el mundo
la morita bautizá.
Y se va a meter a monja,
monja de la caridad.
Ay mora, morita, mora,
monja por su voluntad.
En el convento. En el convento
la morita ya no es mora.
Y se le llama, y se le llama
Sor María la española.
Porque en España, porque en España
el bautismo se lo dieron.
Y es una hermana, y es una hermana
con muchísimo salero.
Cuando le hicieron la cruz en la frente,
dijo la mora: Me siento cristiana
para servir a Jesús, penitente.