Matrimonio por amor, matrimonio por dinero,
He visto casarse a toda clase de gente:
Gente de baja condición y poderosos de la tierra,
Pretendidos peluqueros, supuestos notarios...
Aunque viviera hasta el final de los tiempos
Siempre conservaré el feliz recuerdo
Del día de la humilde boda en que mi padre y mi madre
Fueron a casarse ante el señor alcalde.
En un carro de bueyes, si tengo que hablar con franqueza,
Tirado por los amigos, empujado por los parientes,
Los viejos enamorados tuvieron sus esponsales
Tras largo tiempo de amor, largo tiempo de noviazgo.
Cortejo nupcial fuera de lo común,
El gentío nos envolvía con ojos asombrados
Nos contemplaba gente fútil
Que nunca antes había visto una boda por el estilo.
Y el viento empezó a soplar llevándose, ¡qué desgracia!
El sombrero de mi padre y los monaguillos...
Y la lluvia empezó a caer en pesadas gotas,
Como para impedir la boda, a toda costa.
Nunca olvidaré a la novia llorando
Acunando, como una muñeca, su gran ramo de flores...
Yo, para consolarla, yo, con toda mi altanería,
Mi armónica hice sonar como los grandes órganos.
Todos los padrinos de boda, enseñando los puños a las nubes,
Gritaban: "¡Por Júpiter!, ¡la boda continúa!"
Por los hombres denigrados, por los dioses contrariados,
La boda continúa y ¡viva la novia!