La casa junta a la fuente,
Cubierta con enredaderas
Y telarañas,
Olía a mermelada y a desorden...
Y al oscuridad,
Al otoño,
Al infancia,
Al eternidad.
Por ahí había
Silencio,
Avispas,
Y nidos de pájaros.
Solíamos ir a pescar
Cangrejos de río con el Sr. Cura.
Estábamos nadando desnudos, negros...
Con las niñas pequeñas
Y los patos.
La casa cerca del HLM
Ha abrido paso a la fábrica
Y al supermercado.
Los árboles han desaparecido, pero huele a sulfuro de hidrógeno,
A gasolina,
A la guerra,
A la empresa.
¿Tal vez no es tan malo?
¿Y, tal vez, es normal?
Es el progreso...