Cae la nieve y yo no comprendo
cómo es que ahora quisiera rendirme
Se van las avenidas.
Desaparecen de mis ojos casas, colinas
que ayer estaban claras... y yo,
yo, perdido en este blanco
me miro en el espejo
y no sé qué estoy buscando.
He encontrado tu sonrisa dulce
que brilla en esta nieve como un millón de luces.
Y cae la nieve como cae el mundo,
y sé que nadie entiende el frío extremo que siento
Y recordé, y recordé que todo este coraje no es nieve.
No va a derretirse aunque debiese.
Tantas palabras al aire se han improvisado.
La última noche del mundo la pasaría contigo
y si me debo enamorar será también de ti.
Qué absurdo es odiarnos, y lo sé,
yo, el único en el mundo,
qué inútil es un odio tan profundo.
He encontrado tu sonrisa dulce
que brilla en esta nieve como un millón de luces.
Y cae la nieve como cae el mundo,
y sé que nadie entiende el frío extremo que siento
Y recordé, y recordé que todo este coraje no es nieve.
No va a derretirse aunque debiese.
No nos permitimos estar bien, no existen extensiones
y sonriendo nos caemos ante los demás.
Amar no es un privilegio, es sólo habilidad.
Reír de todos los problemas mientras quien odia tiembla.
Tu sonrisa dulce es tan transparente que ya después no hay nada.
Un gesto simple pero tan profundo que se reinicia el tiempo y se reinventa el mundo.
Y me recuerda que el coraje no será jamás de nieve.
He encontrado tu sonrisa dulce
que brilla en esta nieve como un millón de luces.
Y cae la nieve como cae el mundo,
y sé que nadie entiende el frío extremo que siento
Y recordé, y recordé que todo este coraje no es nieve.