Lejos de ver más que la vida,
la mañana yace a millas de la noche,
ningún hombre podría hurtar su corazón,
pero con monedas de oro brillantes tomaré mi suerte.
Y basta con caerse,
si no caminas, puedes arrastrarte también.
Basta con caerse,
¡qué mundo tan quieto, después de todo
las cosas que supones vendrán!
¡qué instante fue, después de todo!