"¡Cuidado! ahí va, ¡es la hija del mar!"
"¡Cuidado!" pregonó.
Su voz oí, sonaba sin cesar
cuando el mar lo devoró.
Sangre y dolor en Kalimdor se vio,
la muerte los venció.
En Theramore su padre cayó
porque lo abandonó.
¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué, hija del mar?,
¿por qué? si este siempre fue tu hogar.
El pueblo entero siempre la adoró,
¿por qué nos traicionó?
Cuando cruzó las aguas para huir,
su padre la siguió; para salvarla
él eligió zarpar,
la buscó con gran pesar.
Mas encontró en esa costa ruin
un enemigo hostil.
Los enfrentó con alma y con valor,
pero ella no peleó...
Su tumba fue el ancho mar,
¡una traición fatal!
Con su último aliento advirtió:
¡cuidado con la hija del mar!
Te estoy escuchando... padre...
Cruzando el mar bañado en luz lunar
su voz llegó hasta mí:
"¡Cuidado ahí va, es la hija del mar
¡Cuidado, estoy... aquí!"