"Temed, temed, a la hija del mar"
al hombre oí decir.
La voz viajó con la espuma y la sal
y en el mar, halló su fin.
Sangre y dolor en Kalimdor,
su flota allí cayó.
Y él murió en Theramore
pues ella lo traicionó.
¿Por qué, por qué? dinos, hija del mar,
¿por qué tú nos tuviste que olvidar?
Trajiste honor a nuestro noble hogar
para después dejarlo atrás.
Cuando ella huyó cruzando el ancho mar,
su padre fue detrás.
"¡Espérame!" rogó desde el bajel,
"no te puedo perder".
Pero al llegar a aquel nuevo lugar
enemigos vio.
Y al comenzar contra ellos a luchar...
su hija lo abandonó.
Y victima de su traición,
tan lejos de su hogar.
Muriendo, a su gente advirtió:
"¡temed a la hija del mar!"
Ahora te escucho... padre...
Su voz, su voz, la brisa me acercó,
y claramente oí:
"temed, temed a la hija del mar",
"temed, temed... temedme a mí..."