En un depósito sucio,
bastión de la Ciudad Vieja,
la hermana de La Coneja,
perdió la virginidad.
Testigo en la oscuridad,
un colchón apolillado,
que quedó como estampado,
con indeleble memoria,
y es origen de esta historia,
que no sé bien si es verdad.
Fue como siempre sucede,
se colaron con el Tito,
aquél morocho flaquito,
que la conquisto con mimos.
Y desafiando al destino,
se dejó de franeleos,
se alborotó el avispero,
dieciseis años es mucho
cuando te da como un chucho1,
y la vida pide cuero2.
Después cuentos conocidos,
que qué le vamos a hacer.
Que no lo podés tener,
que ya conseguí la guita.
Un llanto, cuatro caricias,
que todo va a salir bien.
El fondo de un almacén,
el adiós al flaco Tito,
y el comienzo de un periplo,
más hamacado que un tren.
Hoy es señora de tal,
y en el este veranea.
No imagina el que la vea,
que era de playa Pascual3.
Su camelo viene mal,
bate "chicos" y "colegio" 4;
te la trabaja de regio5,
y anda en checo bien debute6,
con goma en lugar de yute 7,
y sin preguntar los precios.
Ahora sí que se divierte,
en pavada de colchón.
Pelo corto a la garçón,
y lentes con cadenita.
Recurre al psicoanalista,
a la hermana ni la nombra,
pero la marca una sombra,
que nunca pudo esquivar
cómo la vino a quedar,
allá por la Ciudad Vieja.
La hermana de La Coneja
1. te pega como a un perro2. pide sexo3. Barrio proletario situado a 32 km de Montevideo hacia el oeste. Decir de una mujer que es de playa Pascual es como decir "una negra de cuarta".4. Dice chicos y colegio, en vez de pibes y escuela5. hace un muy buen trabajo6. anda en un auto muy bueno7. Se refiere a las alpargatas. Las alpargatas de goma son más acomodadas que las de yute