Mírala, va caminando frente a ti
con andares imposibles de imitar.
Hoy se ha puesto su vestido carmesí
que te invita a imaginar.
Ella huele a rosa blanca y a jazmín,
y lo envuelve todo allá por donde va.
Todos los que la conocen por aquí
la quieren enamorar.
Porque su cuerpo tan bello
te lleva hasta la locura.
Y si te dice un te quiero
es la felicidad pura.
Y es que bendita la suerte
tener, tener, tenerte,
abrir los ojos y verte, verte, verte.
Y es que le dicen la guapa por guapa, guapa y guapa
por su gracia marinera que no la tiene cualquiera.
Y es que bendita la suerte
tener, tener, tenerte,
abrir los ojos y verte.
Aunque a veces le ha ido mal en el amor,
ella dice que no va desconfiar.
Si de nuevo alguien le roba el corazón,
que celosos que estarán.
Porque su cuerpo tan bello
te lleva hasta la locura.
Y si te dice un te quiero
es la felicidad pura.
Y es que bendita la suerte
tener, tener, tenerte,
abrir los ojos y verte, verte, verte.
Y es que le dicen la guapa por guapa, guapa y guapa
por su gracia marinera, que no la tiene cualquiera.
Y es que bendita la suerte
tener, tener, tenerte,
abrir los ojos y verte, verte, verte