Señores, yo soy muy flaco
pero de corazón tierno
y tengo una novia gorda
para pasar el invierno.
Pesa 130 kilos.
Se come un lechón entero.
Qué me importa que sea gorda
si pa correr no la quiero.
De espaldas parece un horno
y de ombú tiene la forma.
Calienta cuando hace frío
y en verano me da sombra.
Que lástima che compadre,
la chacarera se acaba
y entre empanadas y vino
se viene la madrugada.
Anoche la llevé a un baile
a mi novia la Ruperta.
Pa que ella pudiera entrar
hubo que ensanchar la puerta.
La bajaron de un camión
rodeado de gente mirona
y un estanciero gritaba
“yo compro esa vaquillona”.
No cabe en ningún sillón.
Se sienta sobre una mesa.
Quién tuviera un litro’e vino
por cada kilo que pesa.
Que lástima che compadre,
la chacarera se acaba
y entre empanadas y vino
se viene la madrugada.