Los papeles se amontonan
en mi mesa de trabajo
harta estoy de partirme los cuernos
contra folios y legajos.
Voy a mandarlo todo al infierno
no quiero currar a destajo
si he de pasar así otro invierno
voy a acabar como un badajo.
Yo no se por qué hice esta oposición,
en vez de estudiar corte y confección.
No le veo la gracia ni el misterio
a ser funcionaria de un ministerio.
Yo quisiera ser un vegetal,
del jardín de un cementerio
o simple mineral.
O también araña de cristal
de un palacio estilo imperio
o talla medieval
de algún monasterio.
Los papeles sobrepasan
la altura de mi cabeza,
me tiraría por la ventana
si no fuera por pereza.
Yo no se trabajar sin ganas,
no está en mi naturaleza,
precisas son fuerzas sobrehumanas
para lograr esa proeza.