Sé por qué has llorado
y tristemente me has mirado.
Puedo tomarte en mis brazos
y besar tus ojos enrojecidos,
pero no tengo este derecho:
eres la esposa de mi amigo.
Sé por qué quieres irte,
a mí no puedes mentirme.
Puedo tomarte en mis brazos
y apartarte de esta vida,
pero este derecho no lo tengo:
eres la esposa de mi amigo.
Siento mi corazón desgarrado
entre el amor y la amistad
que no puedo desempatar.
Sé por qué has dejado
a quien no supo quererte,
y yo te he dejado ir
en busca de tu vida.
En mí tengo sólo un recuerdo:
eres la esposa de mi amigo.
Sé por qué quieres cantar
y por qué este tuyo mirar.
Puedo tomarte en mis brazos
porque hoy tengo el derecho,
eres para mí desde siempre
la verdadera cara del amor.
Sin embargo, jamás viviremos
en el corazón de la misma canción,
en el corazón de la misma casa.
Querría que hubieras entendido
que si te quiero, eres también
para mí la esposa de mi amigo, de mi amigo.