He pasado días imaginando que volvías
y así fui matando el tiempo
quemándome los argumentos que buscaba o inventaba,
que no servían para nada,
pues al solo hablar de ti, no existo más.
He cambiado tanto
que ya ni sé si soy el mismo cuando estoy frente al espejo,
y si me miro adentro veo que me estoy poniendo viejo
de tantas horas que he perdido
recordándote y cantando para ti.
He bebido tanto
pensando que tal vez así podría ahogar este tormento,
este martírio de no estar contigo
aunque sea un momento,
para decirte que yo aún te siento
y sigo enamorado aún de ti.
Porque tú eres lo mejor que me podría a mí ocurrir,
porque tú eres como el sol del mediodía en un jardín,
porque tú eres el motor que me da fuerza,
la dulce más perversa de ti.
Porque tú eres fantasía que se hizo realidad,
porque tú eres mi sonrisa, mi alimento y mi ansiedad,
porque tú eres el motivo de mis horas,
por eso estoy pensando en ti.
He bebido tanto
pensando que tal vez así podría ahogar este tormento,
este martírio de no estar contigo
aunque sea un momento,
para decirte que yo aún te siento
y sigo enamorado aún de ti.
Porque tú eres lo mejor que me podría a mí ocurrir,
porque tú eres como el sol del mediodía en un jardín,
porque tú eres el motor que me da fuerza,
la dulce más perversa de ti.
Porque tú eres fantasía que se hizo realidad,
porque tú eres mi sonrisa, mi alimento y mi ansiedad,
porque tú eres el motivo de mis horas,
por eso estoy pensando en ti.