Que se la lleven,
que la saquen de mi vida,
que no quiero hablar con nadie,
que no importa lo que digan,
que me expliquen, ni que paren.
Ya he cerrado mis trincheras
y me voy tranquila.
Que la destruyan,
que no quiero estar tentada
a tenerla ni a mirarla.
Que no quiero tropezarme
cuando vuelvo tarde a casa.
Que la saquen de mi vida,
de una vez por todas.
Que me he visto por la espalda y no me conocí
masticando vida nueva que no me tragué.
He llenado de arena mis ojos, cuidé mis despojos
pidiendo una tregua.
Me he saltado los prohibidos y los volveré.
Me he creído mis mentiras y me acostumbré.
Abrazada a mis rodillas, me vieron
buscando razones que nunca encontré.
Que se la lleven, que la suelten de mi mano,
que le quiten argumentos, que no vuelva a dar señales,
que no venga con el cuento, que bloqueen los pasillos,
que no de conmigo.
Que sea inútil,
que se aburra de intentarlo
y ni el más tonto la quiera.
Que detecten sus disfraces
y agradezcan cada ausencia.
Que la saquen de mi vida,
de una vez por todas.
Que me he visto por la espalda y no me conocí
masticando vida nueva que no me tragué.
He llenado de arena mis ojos, cuidé mis despojos
pidiendo una tregua.
Me he saltado los prohibidos y los volveré.
Me he creído mis mentiras y me acostumbré.
Abrazada a mis rodillas, me vieron
buscando razones que nunca encontré.
Que se la lleven,
que la saquen de mi vida,
que no quiero hablar con nadie,
que no importa lo que digan,
que me expliquen, ni que paren.
Que la saquen de mi vida,
de una vez por todas.