Soy el corneta de nuestra fila
el más granuja del batallón.
Tengo sitiada a la Cirila
que es una hembra de escalafón.
Pá conquistarla más fácilmente
me he puesto el traje de mi teniente,
pues de corneta, cuando le hablaba,
de mí se pito...pitorreaba.
Hoy es seguro no hay pitorreo
cuando la miro me tambaleo.
Hoy la Cirila viene por mí
cuando me arranco diciendo así.
Ven, Cirila ven,
y verás, y verás a un oficial.
Ven, Cirila ven,
que te aguarda el teniente más juncal y que te quiere decir:
ven, Cirila, ven,
que me la...que me late el corazón;
ven Cirila ven
y cálmame este trip tripi tripi tripi trap.
Con la Cirila luciendo el talle
que es de primera y está juncal,
después de darnos todo en la calle
fuimos en taxi al Nacional.
En el reparto nos obsequiaron
y hasta globitos nos regalaron.
Yo desde chico me porté bobo
y a la Cirila le pinché el globo.
Hubo un barullo entre la gente;
nos encontramos a mi teniente.
¡Al calabozo! -me dijo a mí,
y a la Cirila le dijo así: