Como el primer beso, el que nos elevó;
pocos hechos unen tanto a toda la población.
¿Quién no reconoce un resplandor?
La hermosura ciega si un aura parpadea
con la señal del amor.
Eso sentí el día que te vi frente a mí.
Aquel instante que nos eligió;
ese espacio-tiempo que habita cada emoción.
¿Quién no reconoce el esplendor?
Desbordó en un beso el caudal río adentro.
Hasta enmudeció el silencio.
Eso ocurrió en mí el día en que me vi frente a ti.
Y hasta la belleza en sí misma, ensimismada,
al ver la luz que proyectaba.
Su brisa, una llovizna, fundida en mi cara,
y todo desfilando al compás de su llegada.
Ese día el cosmos quiso que los astros se alinearan,
ese día el cosmos quiso que los astros se alinearan.
Un buen día el cosmos quiso que los planetas se alinearan.