Mira,
sale el sol en las ciudades donde hubiéramos podido vivir.
Y una luz llena de paz va inundando todas las cocinas.
Yo tengo pinta de tranquilo, y tú pareces tan tranquila.
Y nos grito: "¡quítate el disfraz y revela quién eres!
No me creo que seáis la vida que nos estamos perdiendo".
Mira,
todo ha ido según el plan, qué ejemplo de armonía.
Esto es creer en lo que uno quiere e invertir en sabiduría los días.
Si tomas nota, creo que nos sale un buen libro de aforismos.
Y nos grito: "¡observándoos las manos, os he visto el truco!
no sois realmente la vida que nos hemos perdido".
Mira,
panderetas, serpentinas, anda niña, qué medias,
estamos todos, sí, pero fíjate bien, como te miro, como me miras.
Venga, asumámoslo, ¡en los días buenos somos casi invencibles!.
Y nos grito: "¡esto es lamentable teatro amateur!
y no la vida que se nos escapa a cada momento ".
Mira
como los nervios no han podido, las palabras que buscábamos
las decimos y no dan miedo , las decimos en voz alta:
"amor mío, siempre estaré, amor mío, ¿cómo lo dudabas?.
Y nos grito "ya sé de que vais y ¡he perdido el interés!.
Que la vida que nos hemos perdido simplemente no existe".