Arenosa, arenosita,
mi tierra cafayateña,
el que bebe de su vino
gana sueño y pierde penas.
El agua del Calchaquí,
padre de toda la siembra,
cuando uno se va y no vuelve,
canta llorando y no sueña.
Arena, arenita, arena tapa mi huella,
para que en las vendimias, mi vida yo
vuelva a verla.
Luna de los medanales,
lunita cafayateña.
Luna de arena morena
en carnavales de ausencia.
Deja que beba en tu vino
la savia cafayateña,
y que me pierda en la cueca
cantando antes que me muera.
Arena, arenita, arena tapa mi huella,
para que en las vendimias, mi vida yo
vuelva a verla.