Déjeme cantar con la guitarra en la mano,
Déjeme cantar, soy un italiano.
Buenos días Italia, los spaghetti al dente
Y un partisano como Presidente
Con el transistor siempre en la mano derecha
Y un canario en el alfeizar de la ventana.
Buenos días Italia con tus artistas,
Con demasiada América en los manifiestos
Con las canciones, con el amor y con el corazón,
Con más mujeres cada vez menos mojigatas
Buenos días Italia, buenos días María,
Con los ojos plenos de melancolía. Buenos días Dios,
Tú sabes que yo también existo.
Déjeme cantar con la guitarra en la mano.
Déjeme cantar una canción muy lentamente.
Déjeme cantar porque lo necesito,
Soy un italiano, un verdadero italiano.
Buenos días Italia que no se espanta,
Con la crema de afeitar mentolada,
Con un vestido azul de gasa
Y la moviola el domingo en la tv.
Buenos días Italia con el café ristretto,
Las medias nuevas en el primer cajón,
Con la bandera en tintorería y un 600 con la carrocería ajada.
Buenos días Italia, buenos días María,
Con los ojos plenos de melancolía. Buenos días Dios,
Tú sabes que yo también existo.
Déjeme cantar con la guitarra en la mano.
Déjeme cantar una canción muy lentamente.
Déjeme cantar porque lo necesito,
Soy un italiano, un verdadero italiano.