De las lágrimas de cristal
que derramaste al partir,
un sueño voy a construir
para soñarlo en mi soledad.
Porque una igual, un hombre en su vida
nunca pudo imaginar.
Los diamantes que tú lloraste
yo los guardé.
Puede ser que busques
lo que yo te di.
Porque al buscar, tristezas solamente encontrarás.
Y al ver que tu nuevo cariño
no te supo comprender,
en tus noches habrá un recuerdo que habla de mí.
De las lágrimas de cristal
que derramaste al partir,
un sueño voy a construir
para soñarlo en mi soledad.
Porque una igual, un hombre en su vida
nunca pudo imaginar.
Los diamantes que tú lloraste
yo los guardé.
Verás tu imagen en el espejo.
Será la misma que guarde la forma de tu rostro,
de tu sonrisa, de tu llanto.
Y tal vez, en alguna parte, escuches mi voz,
con ella sabrás que tus lágrimas,
que para todos son de vidrio vil,
para mí son de diamante.
Son lágrimas, lágrimas de cristal.
Te alejaste tú de mí
y fue de llanto ese adiós.
Tus lágrimas guardé
eran diamantes, yo los vi.
Porque una igual, un hombre en su vida
nunca pudo imaginar.
Los diamantes que tú lloraste, yo los guardé.
Los diamantes que tú lloraste, yo los guardé.