Claro que llegan días en que todos le parecen imbéciles y opta por callar.
Claro que si se concentra puede oler perfumes exóticos recorriéndole el brazo.
Claro que se pone pesada con sus cuentos de carrozas que atraviesan prados.
¡No oséis juzgarla desde vuestos cuerpos momentáneamente tan vivos y sanos!
Que al llegar la noche,
cuando el sol se va,
María Antonieta
sale a investigar.
Y atraviesa el tráfico
y se cuela allí donde quiere
para asustar a las niñas
y a los hombres sin sueño.
Y con otros espectros
se ríe de los mortales
sentada en puntas
de la catedral.
Y sobrevolando Paris desierto se dice:
"María, ¡estás aquí, tan lista como te crees y no ves que los recuerdos te están mintiendo,
te están mintiendo!
Y se dice:
"María, ¡solo tú sabes cómo llegaste a aburrir la vida en el interior de aquellos jardines,
de aquellos jardines!