Adiós
A los árboles mojados de septiembre
A su sol de recuerdo
A esas palabras dulces, a esas palabras suaves
Que te escuché decirme
A través de un camino hundido
O de una vela encendida
Adiós a lo que fuimos nosotros dos
A la pasión del verbo amar
El adiós
Es una deligencia infinita
Donde los caballos han debido sufrir
Donde los reflejos de tu ausencia
Han marcado la sombra de placer
El adiós es una carta de ti
Que mantendré en mi corazón
Una ilusión de tú y yo
Una impresión de vivir en otro sitio
El adiós
No es sino verdad ante Dios
Todo lo demás es carta por escribir
A aquellos que se han dicho adiós
Cuando debían quedarse juntos
Ya no puedes bajar los ojos
Ante el rojo de las chimeneas
Hemos conocido otros fuegos
Que bien nos consumieron
Adiós
Son nuestros dos cuerpos que se separan
Por la rivera del tiempo que pasa
Yo no sé por quién partes
Y tú no sabes quien me besa
No tendremos más celos
Ni palabras que nos hagan sufrir
Tan furte como nos elegimos
Es el momento de partir
Oh el adiós
El adiós
Es el largo sollozo de los relojes
Y las trompetas de Waterloo
Decir a todos aquellos que se preguntan
Que el amor cayó al agua
De un barco ebrio de tristeza
Que nos ha carcomido a los dos
Los pasajeros están en peligro
Y conozco a dos que se ahogan
Adiós
A los árboles mojados de septiembre
A su sol de recuerdo
A esas palabras dulces, a esas palabras suaves
Que te escuché decirme
A través de un camino hundido
O de una vela encendida
Adiós a lo que fuimos nosotros dos
A la pasión del verbo amar
El adiós
Es el lobo blanco en su montaña
Y los cazadores en el valle
El sol que nos acompaña
Es una luna tonta para llorar
El adiós se asemeja a esas mareas
Que vandrán a enterrar todo
Los marineros con las casadas
El pasado con el porvenir
Oh el adiós
Oh el adiós
Adiós