Te despojas del traje de noche,
permaneces de cara a la pared.
Y veo las cicatrices frescas
en la espalda suave como terciopelo.
Quisiera llorar de dolor
u olvidarlo en un sueño,
¿Dónde están tus alas,
que tanto me gustaban?
¿Dónde están tus alas,
que tanto me gustaban?
¿Dónde están tus alas,
que tanto me gustaban?
Antes teníamos tiempo,
ahora tenemos cosas que hacer:
probar que el fuerte se come al débil,
probar que el hollín es blanco.
Todos nosotros perdimos algo
en esta loca guerra,
Por cierto, ¿Dónde están tus alas,
que tanto me gustaban?
¿Dónde están tus alas,
que tanto me gustaban?
¿Dónde están tus alas,
que tanto me gustaban?
No pregunto cuánto dinero tienes,
no pregunto cuántos maridos.
Veo que temes las ventanas abiertas
y los pisos altos.
Y si mañana se inicia un incendio
y todo el edificio prende en llamas,
moriremos sin estas alas,
que tanto me gustaban.