Cada día leo los periódicos,
beben la misma taza de té.
Cada día miro la televisión,
me reparten las mismas cartas.
Ahora vuelvo la cabeza a la izquierda
y veo a Marx en tu cara.
Ahora vuelvo la cabeza a la derecha
y veo la oscuridad de tu luz.
No vi la bandera que alzaste.
A través de la gloria que alabamos
hay un niño que está asombrado
por la locura que creamos.
Y el sol brillará durante el invierno.
Ruego que algún día la lluvia apague las llamas.
¡Dispara, Camarada Kiev!
Oh, es lo que me dicen.
¡Dispara, Camarada Kiev, oh!
¡Dispara, Camarada Kiev!
Oh, es lo que me están diciendo.
¡Dispara, Camarada Kiev, oh!
Y por medio del orgullo y el perjuicio,
te ciegas a la verdad que es tan obvia,
para que el objetivo que has elegido
no muerda la mano que corta el brazo.
Y cuando finalmente la historia se contó
el corazón de cada hombre fue comprado y vendido.
No había ningún enemigo a la vista,
sólo las dudas en ti y en mí.
Lo sé que el sol brillará durante el invierno.
Ruego que algún día la lluvia apague las llamas.
¡Dispara, Camarada Kiev!
Oh, es lo que me dicen.
¡Dispara, Camarada Kiev, oh!
¡Dispara, Camarada Kiev!
Oh, es lo que me están diciendo.
¡Dispara, Camarada Kiev, oh!
He caminado por la Madre Rusia
en el frío del invierno
y he visto todas las montañas
que cada un hombre quiere escalar.
Pero lo sé,
adiós a las armas,
que un día el sol brillará.
¡Dispara, Camarada Kiev!
¡Dispara, Camarada Kiev!
¡Dispara, Camarada Kiev, oh!
¡Dispara, Camarada Kiev, oh!
¡Dispara, Camarada Kiev!
Oh, es lo que me dicen.
¡Dispara, Camarada Kiev, oh!
¡Dispara, Camarada Kiev!
Oh, es lo que me están diciendo.
¡Dispara, Camarada Kiev, oh!