Amo aquellas
noches mías contigo,
cuando la mañana nos espera.
Y reímos y
limpiamos nuestros ojos,
y es fácil de olvidar el mañana.
Volvemos a ser como dos niños
que en su momento,
casi por accidente iban,
recorriendo el mismo camino.
Y me llevas a la ventana,
y dices "creo que somos como ésos."
Dos viejos árboles, batidos por la lluvia,
observan la primavera, se mantienen separados.
y aguantan contra viento y clima.
Dos viejos árboles, aunque no puedas verlos,
observan la primavera, se mantienen separados.
y en algún lugar debajo de la tierra,
todo el tiempo han entrelazado sus raíces juntas.
Dos orgullosos y jóvenes,
seguros de sus poderes,
han crecido hasta el cielo.
Quizá los años son un cascarón,
y los inviernos con sus vientos,
los han arañado un poco más fino.
Cómo han cambiado los dos niños,
con el viaje,
es un milagro que aún,
hayamos sobrevivido hasta aquí.
Y me llevas a la ventana,
y dices: "creo que sí somos como ésos."
Dos viejos árboles, batidos por la lluvia,
observan la primavera, se mantienen separados.
y aguantan contra viento y clima.
Dos viejos árboles, aunque no puedas verlos,
observan la primavera, se mantienen separados.
y en algún lugar debajo de la tierra,
todo el tiempo han entrelazado sus raíces juntas.
Dos viejos árboles, batidos por la lluvia,
observan la primavera, se mantienen separados.
y aguantan contra viento y clima.
Dos viejos árboles, aunque no puedas verlos,
observan la primavera, se mantienen separados.
y en algún lugar debajo de la tierra,
todo el tiempo han entrelazado sus raíces juntas.