Este dolor - de hombre, me avergüenza.
Sin pedir el cambio pagamos con el dolor por la felicidad .
Me preguntarás: "¿Por qué no hay lágrimas?"
Responderé seco: "Los hombres no lloran".
Lucharía, si valieses la pena.
Ya no hay nada que perder, para los que se han perdido a si mismos.
Contigo iría contra el mundo entero,
Pero ni siendo un mundo entero te enfrentaría.
¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste?
Con un vestido blanco - blanco - blanco.
Del color de tiza - tiza - tiza.
¿Dar vueltas sin mí?
¿Y convertirte en una extraña?
Te atraían palacios y riquezas,
Pero en este reino la corona la llevan los que no deben.
Y no aguanto las confianzas -
Más aún vacías palabras.
Rezas al Dios, pero ¿quién es tu Dios?
Bautizas con fama, y con dinero juras .
Le pedirás a Él que te ayude,
¿Pero qué es tu fe, si estás destruyendo los templos?