He rociado las calles con agua 1
Puede que no sean del todo polvorientos cuando regrese mi amor
Puede que ella venga de esta manera y se vaya de esta otra
Y puede que nunca haya riña alguna, entre nosotros
He puesto a hervir 2 el Samovar
He echado azúcar en mi taza de té
Mi amor se marchó y me quedé solo
¡Cómo de querida es el alma de mi amor!
Cómo de dulce es el alma de mi amor!
1. Rociar o arrojar agua al suelo después de que alguien se haya ido para un viaje, es una tradición en Irán, Azerbaiyán y Turquía que tiene la intención de traer buena suerte, es decir, para que el viaje del viajero transcurra sin problemas como el agua 2. Lit: "he calentado"