Cuando uno sopla sobre las brasas,
ahí viene el viento que merodea,
gira al llegar al acantilado
que la marea atormenta.
Estas no son lágrimas
ni siquiera del rocío
que mi rostro reclama,
sólo un poco de vaho,
un poco de agua y de sal
sólo para acordarme
que detrás de las nubes del cielo
se esconde tu sonrisa.
[Coro]
Sólo un poco de agua sobre los labios
sólo para acordarme
de ese último beso amargo
justo antes de que te esfumaras.
Dime sólo que estás aquí
sepultado bajo el océano
en los brazos de una sirena que
te cantará toda la noche.
Te cantará toda la noche.
Camino por la playa
donde los barcos encallan
pero nunca la marea vuelve a traer
a nuestros hombres hacia nosotras.
El antiguo faro encendido,
tajante como una navaja,
recuerda que Saint Cast había
dejado en su casa a su mujer
que caminaba en la arena
sólo para acordarse
que detrás de las olas del cielo
se escondía su sonrisa.
Sólo un poco de agua sobre los labios
sólo para acordarme
de ese último beso amargo
justo antes de que te esfumaras.
Dime sólo que estás aquí
sepultado bajo el océano
en los brazos de una sirena que
te cantará toda la noche.
Te cantará toda la noche.
El océano que te ha llevado
envía su espuma a mis pies.
¿Podré perdonarlo algún día?
Sólo un poco de agua sobre los labios
sólo para acordarme
de ese último beso amargo
justo antes de que te esfumaras.
Dime sólo que estás aquí
sepultado bajo el océano
en los brazos de una sirena que
te cantará toda la noche.
Te cantará toda la noche.