Con los guaraches gastado
por la huella del camino,
antes que raye la aurora,
se va Juan el campesino.
Es de palma su sombrero
y es de manta su calzón,
es un pobre jornalero,
trabaja para el patrón.
Pero ay que vida tan perra,
tener que labrar la tierra
para que otros tengas mas
y no tiene otro remedio
pues existe de por medio
una migaja de pan
para sus hijos que tanto quiero,
que tanto adora, Juan.
Para sus hijos que tanto quiero,
que tanto adora, Juan.
Y ya cayendo la noche
regresa el muchacho aquel
con sonrisa flor de labios
lo recibe su mujer.
Es de palma su sombrero
y es de manta su calzón,
trabaja para sus hijos
y para los del patrón.
Pero ay que vida tan perra,
tener que labrar la tierra
para que otros tengas mas
y no tiene otro remedio
pues existe de por medio
una migaja de pan
para sus hijos que tanto quiero,
que tanto adora, Juan.
Para sus hijos que tanto quiero,
que tanto adora, Juan. [x2]