Levante, siroco y sur (o mediodía),
leveche, ponente y mistral,
tramontana y gregal...
He aquí los ocho vientos del mundo.
Una mujer marinera
siempre mira de donde viene el viento,
tanto si es levante como ponente
siempre espera el buen tiempo.
Quien se enamora no se cansa
si vive con la opinión
de que tras una marejada
suele venir una bonanza.