¡Oh cielo! Un sábado más.
Si hay un dios que baje y lo vea.
Qué estupidez inventar,
ser total cuesta en ideas.
Despierta un sueño de alcohol
y el sol le besa la sien como un amante.
Qué tedio estar a la altura.
Vamos ya, vamos que es tarde.
Revuelve huevos, rimel con bacon, Channel 5 y café.
Un Dior, gafas de sol, psicodelia… vaya tipo, qué stress.
Mi pequeña Josephine.
Y tú... cansada de aparentar, y tú.
Ya sé... que no quisiste crecer, ya sé.
Te vas a romper.
Y tú... no puedes, quieres cortar.
Y tú ya no aguantas más.
Lo sé... Josephine.
¡Oh cielo! Un sábado más.
Son las seis y es Barbarella.
La fiesta puede esperar.
Resbaló en polvo de estrella.
Tumbada flota feliz
y el sol le besa la sien,
que sueñe por sempre.
Tu alma hastiada fue una hamburguesa de tristeza en color.
Tu vida la estiraste y golpeaste como un sordo tambor.
Nadie te oye ya, Josephine.
Y tú... cansada de aparentar, y tú.
Ya sé... que no quisiste crecer, ya sé.
Te vas a romper.
Y tú... no puedes, quieres cortar.
Y tú ya no aguantas más.
Lo sé... Josephine.
Josephine... Josephine.
Josephine... Josephine.
Josephine... Josephine.
Josephine... Josephine.
Duerme ya, Josephine.
Duerme ya, Josephine.
Josephine, duerme ya.