Chichita la vecinita
se fue para el Iguazú
a mojarse en las cascadas
las más lindas de todo el sur.
Ahorró cincuenta y dos semanas
y se subió a una excursión
con ómnibus, con barcito
con baño y televisión.
Cómo no aprovechar entonces
no me pierdo la ocasión
de viajar casi a lo grande
de alternar con gente linda
y de comprarme un camisón.
¡Qué vegetación! ¡Qué vegetación!
¡Ay, qué vegetación!
¡Cuatro distintos tonos de verde!
¿No andará por allí esa
La india Bella Mezcla?
Chichita maravillada
relata su viaje azul
¡Qué viaje más largo!
mucho más que las cascadas
Chichita se impresionú.
Con la bendita mano del hombre
la mano blanca Jesús
que destruyó el Iguazú
pero creó la Itaipú
e iluminó una gran zona
que ya tenía su luz.
Los bayanos hacen todo
a lo grande ¿te das cuenta tú?
fijate que murieron en la obra
tres mil obreros, Pobres.
Chichita muy asombrada
¿Les cuento?
Nos cuenta del Paraguay
Ay qué bollo, digo, qué bello
Qué regalado está todo Si vieran,
vimos cosas tan baratas
Radios, indios y corbatas
compramos fotografías
de Japon y cataratas.
Chichita con cataratas
No puedo
no pudo ver el rugir
No vi nada
el agua pulverizada
le nubló el panorama guaraní.
Los treinta grados a la sombra
me han liquidado
la dejaron abombada,
bichos raros, acribillada.
Pero qué maravilloso
el aire acondicionado
qué suerte que vivo acá
de mi América tan apartada
Chichita supo evitar muy bien
la sensación de bienestar
que le causaba la violencia,
aunque se le escapó un recuerdo
de cierta noche de ardiente amor
y de indecencia.
Chichita supo evitar muy bien
la sensación de bienestar
que le causó la corriente
llevando la porquería pa abajo
toda la porquería irremediablemente.
Aunque se le escapó un deseo
Que caiga la correntada,
que reviente, que ganas de desnudarme tengo
Que rompa todo
que venga el caos por favor
que me deshaga
Que ese indio me deshaga
Que golpee el chorro duro
que el chorro se vuelva rojo
Rojo
Que golpee contra lo duro violentamente
Si, violentamente
Pero se dominó
Su educación le permitió dominarse
y comportarse maduramente
urbanamente, delicadamente, serenamente
Chichita de Dios cascada
soñando en el salto aquel
Chichita volvió cansada
y con hongos en la piel.
Sarna con gusto no pica
yo soy turista de alma
de estas bellas experiencias
una vuelve mucho más rica
Lo más divertido del viaje
nos cuenta a las carcajadas
fue cuando su loco esposo
se mandó la gran humorada
fue y le preguntó al guia
Oiga Guia,
¿falta mucho para llegar a Montevideo?