En una noche oscura
De terrible tempestad,
Cruzando por el valle
Iba un vaquero en su corcel.
De pronto vio en el cielo
Con radiante claridad
Rebaño de mil vacas,
Fantasmas en tropel...
Arre-a-e, arre-a-o
El lúgubre clamor...
Los ojos de esas bestias
Eran brasas al mirar,
Los cascos de sus patas
Centelleaban al pisar...
Sus trágicos bramidos
Tenían algo de infernal,
Sus cuernos eran negros
Con brillo de metal.
Arre-a-e, arre-a-o
El lúgubre clamor...
Detrás de la manada
Cabalgando sin cesar,
Jinetes celestiales
La trataban de alcanzar...
Y entonces el vaquero
Solitario oyó una voz,
La voz de su conciencia
Como una maldición:
Arre-a-e, arre-a-o
El lúgubre clamor...
Si quieres salvar tu alma
Y saber lo que es la paz,
Tú debes apartarte
Por tu bien de la maldad...
Si no, tendrás por fuerza
Que venir siempre detrás,
Arreando este rebaño
Toda una eternidad...
Arre-a-e, arre-a-o
El lúgubre clamor...