Ya no puedo decir que te amo.
No me preguntes por qué.
Ya no siento ni alegría ni pena
cuando tus ojos se posan en mí.
Si la soledad te pesa
cuando llegues a pasar por aquí
y un amigo te ha olvidado,
puedes siempre contar conmigo.
Ya no puedo decir que te amo
sin que me corten la lengua.
Demasiadas serpientes sobre las caricias.
Demasiados amores a matar.
A pesar de lo dura que sea la soledad,
ella te llama hacia tu destino.
La ley del gran amor es dura
para quien se equivoca de camino.
Ya no puedo decir que te amo.
No me preguntes por qué.
Tú y yo ya no somos los mismos
porque el amor viene y se va.
Si la soledad te pesa
cuando el destino te traiga aquí
y un amigo te ha olvidado,
puedes siempre contar conmigo.
Y si una amiga te falta de verdad,
siempre puedes contar conmigo.