Una hipérbole de estrellas, una estela que baja del cielo
digna de una extraordinaria noche en un día cualquiera.
Mientras duermes junto a mí,
me siento tan bien al grado que
ya no tengo pensamientos y mis deseos ya te los he regalado.
Pero el cielo induce a crear sueños y profecías.
Hice las preguntas que no sabes responder
y ningún sueño podrá jamás
revelas sus misterios e incógnitas.
Duerme, pequeño tesoro, duerme que una estrella vigilará.
Y quién sabe cómo estarás mañana.
Quién sabe si aún creerás
en un futuro por defender
si tampoco tú tendrás certezas,
mirando el cielo atascado de estrellas,
la noche de un día cualquiera... cualquiera.
No te detengas ante las apariencias, mira siempre lo profundo.
Una estrellas a veces ya sólo es luz
y nosotros somos el mundo, deberíamos decidir sobre nosotros
pero cada persona perdida en un frenético presente busca su meta.
Y quién sabe cómo estarás mañana.
Quién sabe si aún creerás
en un futuro por defender
si tampoco tú tendrás certezas,
mirando el cielo atascado de estrellas,
la noche de un día cualquiera... oh, cariño.
Si tampoco tú tendrás certezas,
mirando el cielo atascado de estrellas,
la noche de un día cualquiera... cualquiera.