Ya nada deleita el mundo.
Impenetrables son las olas
y allí, contemplando las sombras,
le dijo entre líneas...
que la ama y que la adora
que la ama
pero el caos del cuerpo
tiene sus razones, sus remordimientos.
Y el cielo se halla sin nubes
y los días parecen más largos
desde que perdió su anclaje.
A su casa regresa.
Él la ama, él la adora
Él la sigue amando.
Ya nada deleita el mundo.
Impenetrables son los vientos
y allí, contemplando las sombras,
un silencio ensordecedor...
Él la ama y la adora
Él la ama!
pero el caos del cuerpo
en sus razones, en sus remordimientos
Y el cielo se halla sin nubes
y los días parecen más largos
desde que perdió el corazón de una mujer.
Y la muerte porta su nombre
Él la ama y la adora
Él la ama!
Se desangrará
hasta su muerte
su muerte, su muerte, su muerte, su muerte, su muerte...