Io soy demasiado boloñés.
Tú eres demasiado napolitano.
Él es demasiado turinés
y ustedes son demasiado de Bari.
Sí, nosotros somos demasiado orgullosos.
Ellos son demasiado venecianos
y incluso en la misma ciudad
siempre estamos demasiado alejados.
Y somos siempre demasiado romanos
y sí que somos demasiado milaneses
y lo ves incluso en el estadio
que estamos siempre demasiado tensos.
Somos fanáticos poco atléticos
porque somos demasiado florentinos
y la policía controla
que no estemos demasiado cerca.
Y entonces soy demasiado boloñés,
tú eres demasiado cagliaritano*.
Agitamos demasiadas banderas
con la vara en la mano
y nos volvemos demasiado violentos
y si no nos tiramos los dientes
de todas formas nos prometemos en coro
que nos romperemos el culo.
Y yo soy demasiado emiliano**,
tú eres demasiado siciliano.
Él es demasiado calabrés
y ustedes demasiado molisanos***.
Y nosotros somos demasiado cerrados,
ellos son demasiado altoatesinos
e incluso si se ha caído el muro
tenemos siempre demasiadas fronteras.
Y entonces éramos demasiado fascistas
y también demasiado indiferentes
Y entonces más golpes con las porras;
de todas formas no éramos demasiado hermanos,
luego nos volvemos demasiado comunistas
e incluso demasiado democristianos.
Y sí que el tiempo pasa
pero somos todavía demasiado italianos.
Sí que éramos demasiado fascistas
y también demasiado indiferentes
Y entonces más golpes con las porras;
de todas formas no éramos demasiado hermanos,
luego nos volvemos demasiado comunistas
e incluso demasiado democristianos.
Y sí que el tiempo pasa
pero somos todavía demasiado italianos.