Vi el Oriente en su entorno
Con la luna como estandarte
Y pretendía en una cuarteta
cantar al mundo su luz.
Pero cuando vi Jerusalén
Amapola en una roca
Oí un réquiem
Cuando me inclino sobre ella.
No ves, humilde capilla,
Tú que susurras: "Paz en la tierra"
Que los pájaros esconden con sus alas
Estas letras ardientes: "Peligro: frontera"?...
El camino lleva a la fuente.
Te gustaría llenar tu cubo.
Para, María Magdalena,
Para ellos, tu cuerpo no vale el agua.
Inch'Allah, Inch'Allah, Inch'Allah, Inch'Allah.
Y el olivo lloró por su sombra,
Su tierna esposa, su amiga,
Que yaceba en los escombros,
Prisionera en tierra enemiga.
En una espina de hilo de espino
La mariposa buscaba la rosa.
La gente es tan tonta
Que me repudieran, si me atrevo.
Dios del infierno o Dios del cielo,
Tú que te encuentras donde quieres,
En esta tierra de Israel
Hay niños que tiemblan.
Inch'Allah, inch'Allah, inch'Allah, inch'Allah.
Las mujeres caen bajo la tormenta,
Mañana la sangre será lavada.
El camino está hecho de coraje,
Una mujer para un adoquin.
Pero sí, he visto Jerusalén
Amapola en una roca,
Todavía escucho ese réquiem
Cuando me inclino sobre ella.
Réquiem por seis millones de almas
Que no tienen su mausoleo de mármol
Y que, a pesar de la infame arena,
Han hecho crecer seis millones de árboles.
Inch'Allah, Inch'Allah, Inch'Allah, Inch'Allah.