Y cómo me miras, y cómo me estiras, y cómo me llegas.
Y cómo me has dado, y cómo eres siempre, y cómo has entendido.
El llamado era breve, la nieve era fresca, la chaqueta estaba apretada... tú.
De noche la cabeza se me escapa sola, de noche la cabeza.
De día es el sol quien me lleva calor en tu ausencia.
Fuiste puntual, durante tu viaje tuviste valor... tú.
Inesperada... tú.
Nunca preocupada... tú.
Mensajes me escribes, mensajes me das, a ultranza aquí estás.
Poder es querer; partamos esta noche, dos días o dos horas.
Sabes consumarme, sabes regalarme, sabes suscitarme... tú.
Inesperada... tú.
Nunca preocupada.
Todo lo que entra y sale de ti se llama vida, vida.
A un paso del primer verdadero sentido en el amor.
A un paso del único proyecto que tengo.
No me debes retener en este alboroto.
No me debo detener, no me debo quemar.
A un paso del primer verdadero sentido en el amor,
estoy naciendo contigo... ¡inesperada!
Regálame de nuevo conceptos jamás cansados; regálame de nuevo.
Mostrémonos siempre por lo que somos, solamente abandono.
Sin esfuerzo, sin una fecha, sin invasión... jamás.
Inesperada... tú... tú.
Nunca preocupada.
Me iluminas con luces las paredes que miro.
Estoy dentro de una burbujas y si no soplas, estoy aquí.
No hay lluvia que lo arruine, no tengo límites en nada.
Bienvenida era ahora, era la hora mejor.
A un paso del primer verdadero sentido en el amor,
estoy naciendo contigo... ¡inesperada!