«El viento ruge en mi cabello,
el mundo se detiene cuando te acercas tanto,
la luz estelar en tu piel,
el cielo oscila cuando me atraes hacia ti.
Y... quiero nadar en tu océano,
... quiero saber como volver a amar.
Sostenme en tus brazos,
las sirenas cantan,
qué rápido caigo
en tus olas.
Ninguna tormenta evita
que te siga mirando.
Derrumbadas hasta mis rodillas,
sus miedos y esperanzas me inundan.
Tu mano encuentra la mía
y me demuestra que no estoy sola.
Y... nado en lo profundo de tu océano,
... veo el camino hacia la redención.
Sostenme en tus brazos,
las sirenas cantan,
qué rápido caigo
en tus olas.
Ninguna tormenta evita
que te siga mirando».