Si estuviéramos en medio, en medio de nuestro poder
Más allá de alcanzar nuestro servil orgullo
Y ya no albergar más pesares.
Detrás de la máscara de fachada oportunista
Podríamos darle la bienvenida a la responsabilidad
Igual que un largamente perdido amigo
Y reestablecer la risa
En la casa de muñecas otra vez.
Pues un tiempo nos hemos encarcelado en el orden de nuestros años
En la disciplina de nuestros modos
Y en el paso de momentánea inmovilidad
Podemos ver nuestro caos en movimiento, nuestro caos en movimiento.
Podemos ver nuestro caos en movimiento.
Viendo nuestro caos en movimiento.